Caza de jabalíes

Una especie que se puede convertir en una amenaza para los humanos. No porque sea excesivamente peligroso, aunque su embestida puede ser muy dolorosa, pero sí porque muchos de ellos se estén atreviendo a salir del monte en busca de comida y agua en las ciudades. Y para eso hay que cruzar carreteras como la M-30 de Madrid, lo que supone un verdadero problema para los conductores.Lejos de ser una especie en peligro de extinción, los jabalíes no paran de crecer. Según los datos de José Luis Garrido, director de la Fundación Fedenca, en declaraciones a RTVE.es, las capturas de los jabalíes en los últimos 30 años han aumentado en casi un 600%.De los poco más de 30.000 que se cazaron en 1980 -pocos años después de que Félix Rodríguez de la Fuente grabase este espisodio del jabalí para 'El Hombre y la Tierra'- a los casi 190.000 que se cazaron durante el año 2007, que es el último del que se tienen datos.la Consejería de Medio Ambiente admite el aumento de estos animales, porque los números son obvios. Se calcula que sólo en la comunidad de Castilla - La Mancha hay más de 80.000 ejemplares, y en la de Madrid -mucho más pequeña- más de 10.000.Sin duda la comunidad
manchega es la que más jabalíes alberga en sus montes. Aragón, Cataluña, Andalucía, le siguen muy de cerca con unos 65.000 ejemplares -aproximadamente- en cada provincia. Según estos datos de la Fundación Fedenca, Cantabria y País Vasco son las provincias en las que menos ejemplares se han cazado en los últimos años.Para Juan Herrera, experto en caza y pesca e ingeniero técnico forestal, los jabalíes son "una especie tan dura que sino hubiera cazadores, estarían en la Castellana".“Sin

cazadores, los jabalíes estarían en la Castellana“Hay tantos -dice Herrera- porque "el jabalí cría durante todo el año, tiene grandes camadas, come de todo y es una de las especies más duras de la naturaleza".El jabalí sigue siendo uno de los grandes mamíferos de nuestra fauna, y como demostró hace más de tres décadas Félix Rodríguez de la Fuente, es una de las especies más abundantes y prósperas de la fauna ibérica.Las primeras noticias exhaustivas sobre la montería datan de la Baja Edad Media, cuando distintas casas reales y nobles europeas de Portugal, Castilla, Francia, actual Alemania, etc. encargaron la elaboración de Tratados de Caza, actividad favorita de la clase dirigente en aquel tiempo, de los que hoy conocemos un buen número.Durante la Edad Media, en la Península Ibérica se conocieron diferentes tipos de montería. Dos tipos muy peculiares eran la montería con redes y la montería a buitrón, llevadas a cabo sobre todo en el noroeste de la Península Ibérica para la caza del lobo (principalmente en Galicia).No obstante, la forma de montería más común a toda Europa era aquella en la que previamente a la caza propiamente dicha se buscaba el lugar de encame de la presa siguiendo el rastro del animal elegido con la ayuda de un sabueso atraillado, para, una vez conocida la ubicación del encame, situar en lugares estratégicos de paso de dicho animal colleras de alanos y lebreles con el objeto de atraparlo. Para lanzar el animal hacia los puestos se atacaba el encame con perros sabuesos y se seguía la persecución por parte de cazadores tanto a pie como a caballo para intentar, junto con sabuesos, alanos y lebreles, atrapar la pieza de caza.Durante la Edad Media, en España este tipo de montería se realizaba sobre todo para la caza del oso y el jabalí, mientras que, por ejemplo, en Francia tenía una mayor importancia la caza del ciervo. Generalmente se escogía el animal a cazar durante la fase de búsqueda del encame con sabueso atraillado, eligiendo preferentemente como presa un macho adulto en plenitud de facultades.A partir del Renacimiento y sobre todo de la generalización de las armas de fuego en los ss. XVII y XVIII la montería medieval fue derivando, según cada territorio y país, en modalidades que hoy en día difieren bastante entre sí, como puede ser la montería en el norte de España, la Venerie francesa (tanto la referida a la caza mayor o Gran Venerie, que se practica a caballo, como la referida a la caza menor o Petit Venerie, que se practica a pie), el Fox-Hunting (caza del zorro a caballo) en el Reino Unido, o bien la montería denominada hoy día “a la española” practicada en el centro y sur de la Península Ibérica.