hectáreas, recoge la resolución de Medio Ambiente. Entre los métodos también incluye el uso de perros y aves de cetrería.En Sevilla, las comarcas de la Campiña y la Vega son las más afectadas por la elevada presencia de conejo silvestre. Según la Junta, un total de 37 municipios sevillanos tienen superpoblación de conejos, entre ellos, Las Cabezas, Badolatosa, Dos Hermanas, Écija, Fuentes de Andalucía, Lebrija o Marinaleda.El listado va engrosando conforme aparecen nuevos casos, aseguran desde Asaja. De hecho, uno de los municipios que aún está ausente es Arahal. Allí, Mario Jiménez ha
tenido que resembrar hasta dos veces «inútilmente», dado que los conejos se han comido la cosecha, asegura este agricultor miembro de COAG. «La primera vez acabaron toda la cosecha, la segunda se comieron el 90 por ciento», apostilla Jiménez, quien pide más colaboración por parte de los cazadores para poder hacer frente al problema, dado que no les abonan el importe de la semilla o de la cosecha perdida, como sí ocurre en otros cotos, sostiene.La alta presencia de cultivos herbáceos en estas comarcas, unido a una menor afectación de enfermedades, ha provocado que el conejo se reproduzca sin límites y campe a sus anchas. Muchos de los cultivos lindan con vías pecuarias o carreteras donde hay una elevada densidad de matorrales que favorece la presencia de estos animales, «ya que se esconden en ellos, algo que no pueden hacer en zonas como la Sierra Norte, donde además hay más depredadores», apunta el técnico de Asaja-Sevilla Jesús Aguilar. «En la Campiña hay más que comer y menos enemigos», apostilla Aguilar.Trigo, girasol y olivar son los cultivos más afectados. Jiménez apunta que incluso agricultores han plantado alrededor otros cultivos de poco interés para los conejos, que estos han pisoteado para poder acceder al trigo. Además de comerse la cosecha dañan los goteros de riego.Las medidas extraordinarias son motivo de preocupación para los grupos ecologistas y las califican de «desproporcionadas, ineficaces y contraproducentes». Desde Asaja son tajantes: «No se trata de ninguna barbaridad», dado que están establecidas para los cotos de caza con un plan técnico que incluya el control de daños, donde recoge días hábiles, cupos y jornadas, «por lo que existe un control exhaustivo» de capturas.Los ecologistas no entienden que la Junta autorice la caza del conejo
silvestre en el sur del Guadalquivir donde se deben implementar medidas para la recuperación de especies como el lince ibérico y señalan que el conejo silvestre es «una presa importante para más de 40 depredadores». Así, Ecologistas en Acción apunta que el problema es el «modelo de agricultura» que ha eliminado la vegetación natural de los linderos entre parcelas, dejando a los conejos «sin nada
que echarse a la boca salvo los cultivos».
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